Obsequié a la máxima autoridad del gobierno de la ciudad de Girona con una cápsula que contenía ADN liofilizado de semental de burro catalán. Entregué esta cápsula acompañada del certificado de autenticidad de pura raza, avalado por el Ministerio de Defensa del Estado español, que fue el órgano público que me vendió la dosis de semen de la que extraje el ADN.
Por cuestiones de protocolo, los regalos a los dirigentes políticos deben ser declarados públicamente y pasan a ser patrimonio de la ciudadanía. En la ciudad de Girona, estos presentes son inventariados por el Museo de Historia y se incluyen, se expongan o no, en su colección.